Una experiencia alternativa
- bonchka
- 28 may 2017
- 3 Min. de lectura

Cine Tonalá es un centro cultural, que queda en la carrera 6 # 36-37 al lado del Parque Nacional, y del Centro Nacional de Memoria Histórica. En esta casa se pueden encontrar diferentes actividades. Por ejemplo, Cine, exposiciones artísticas y distintos talleres, al igual que un café y restaurante bar.
Daira Galvis, directora de programación de Cine Tonalá, afirmó que este proyecto inició en México por la iniciativa de Salomón Simhon (director de cine y de Tonalá), quién vivió en el DF México, y por casualidad vivía cerca del Tonalá mexicano. Fue así que se acercó a los dueños para proponerles (sin muchas esperanzas) sí existía la posibilidad de llevar este proyecto a Bogotá, con el pretexto de que en la ciudad no había espacios dónde se pudiera compartir el cine de una manera creativa e independiente. No hubo ningún inconveniente con que Tonalá llegara a Colombia, así que aceptaron la propuesta y en vez de hacerlo una sucursal, es una sociedad, en la cual se colaboran con ideas y discursos del esparcimiento colectivo para los ciudadanos. Con este proyecto se comparten percepciones concebidas desde México: el estilo del lugar, el sentido y algunas películas en cartelera.
Daira explica que Tonalá es un cine que promueve películas independientes, donde se está en constante contacto con distribuidores y con directores. Promueve la escena cultural, el talento local y la producción de cine que tiene este país y la proyección de otros trabajos audiovisuales. El objetivo principal de Tonalá, coordinado y con el trabajo de Daira es reflejar la diversidad artística para la puesta de una multiculturalidad que necesita la capital.
Hace 3 años este cine independiente abrió sus puertas al público y sin embargo es conocido por muy pocas personas. La mayoría de bogotanos no tienen idea de que exista un lugar como este, mas sin embargo la acogida fue exitosa.
Existen otras salas de cine como esta en la ciudad, pero no alcanzan para la cantidad de personas que van a este tipo de lugares. Esto desencadena en que se pida a gritos espacios culturales de esparcimiento. Así mismo, el apoyo a diversos públicos, que buscan interactuar con el arte y en este caso del cine.
Existe una inmensa capacidad de proyección que abarca la escena cultural y que no puede excluir a ningún sector, ni a ninguna persona que esté por fuera de la vida cultural. Es más, se necesita tener en cuenta a estas poblaciones, porque en ellas se crea el talento apoyado por Tonalá.
Daira Galvis habla de una intención, en cuanto a la realización de la programación y en cuanto al verdadero enfoque que tiene el proyecto de Tonalá, lo cual es el cine; y que desde un inicio se intentaba pensar en la interacción y en la reflexión de hacer catarsis como una forma de coyuntura dentro de la experiencia de Cine Tonalá, desde entrar y ver una película, hasta el esparcimiento de ver la Galería y de comer algo, (qué por cierto la carta está pensada de manera peculiar, en rememoración de México) y de tomarse algún coctel. Estas actividades que se acoplan para hacerte pasar por una experiencia, evadiendo lógicamente, la parte académica o laboral, para experimentar otras escenas culturales, que saquen a la gente de lo estrictamente cotidiano.
Cine Tonalá tiene contactos con las distribuidoras tanto mexicanas, como colombianas de cine independiente, La ola, interior 13 (socio de Tonalá) y la maquetación de la proyección con la idea de intentar tener una buena programación, por ejemplo: Transpotting, que es una película, “comercial”, pero está vinculada con una época importante que demanda lo que se puede colocar en las salas de cine, con diferentes horarios, en los malos y en los buenos, se rota para darle cabida a todas las películas sin que de alguna manera “discriminar” otros proyectos. Lo que no pasa en los cines comerciales.
Nada, es la Galería de Tonalá con una iniciativa minimalista y simpática que queda en el segundo piso de esta casa peculiar, que se incorpora con el proyecto y que está también apostándole a una idea independiente con cierto apoyo al talento local.
También la incorporación de las fiestas, que están pensadas en algún género musical o entilo que se haya hecho popular en el momento, o también lo combinan con épocas, por ejemplo, Fiesta de los 90´s o de los 80´s o de cualquier otra época. Entonces la estética dentro de la fiesta es sólo así, desde la ropa, hasta el licor que se vende, y lógicamente también la música.
Su programación es tan amplía que se podría hablar que hay una para todos los gustos, para las necesidades de cada persona. La facilidad de su acceso y lo abierto que es al público. Se espera más adelante, modificar un espacio en el segundo piso para lograr crear un ambiente de bar “pro” como lo expresa Daira Galvis, para las personas que quieran algo más serio y fuerte como experiencia en Tonalá.
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